Brasil y China una relación con los minerales críticos
Brasil ha emergido como un
proveedor crucial de minerales esenciales para la transición energética global,
incluyendo níquel, litio, cobre, niobio y tierras raras. Estos recursos son
indispensables en la fabricación de tecnologías verdes como baterías, turbinas
eólicas y paneles solares, lo que ha desatado una intensa competencia entre
China y Estados Unidos por asegurar su acceso.
Las empresas chinas han
demostrado un enfoque ágil y decisivo, cerrando múltiples acuerdos concretos
con compañías mineras brasileñas. China Nonferrous Mining, por ejemplo,
adquirió Mineração Taboca por 340 millones de dólares, mientras que otras
empresas chinas han realizado inversiones significativas en proyectos de niobio
y litio. Esta capacidad para tomar decisiones rápidas y asumir riesgos
estratégicos ha permitido a China consolidar su posición como socio minero
principal de Brasil.
En contraste, las
negociaciones estadounidenses han progresado más lentamente, limitándose
principalmente a cartas de intención sin compromisos concretos. A pesar de
anuncios millonarios por parte de instituciones como DFC y el Exim Bank, estos
acuerdos están sujetos a procesos prolongados que incluyen licencias
ambientales y garantías de que la producción se destinará a Estados Unidos, en
un esfuerzo por evitar que los recursos lleguen a China.
La estrategia china también
destaca por su enfoque innovador en la construcción de minas, que reduce costos
y tiempos de desarrollo. Sus representantes establecen contacto directo con
proveedores y visitan personalmente áreas de interés en Brasil, mientras que
las iniciativas estadounidenses, aunque potencialmente sólidas, avanzan con
mayor cautela.
Proyectos como el de Viridis
en Minas Gerais enfrentan presiones para definir sus alianzas, ya que hacer
negocios con China puede generar tensiones con otros actores globales. Los
empresarios del sector reconocen que China ha desarrollado una red más eficiente
para captar oportunidades de inversión.
Estados Unidos, a través de la
DFC, defiende su enfoque destacando la importancia de la rigurosidad y la
viabilidad a largo plazo. Argumentan que priorizan la diligencia debida y los
altos estándares para proteger la inversión gubernamental, diferenciándose de
inversores que no consideran estas salvaguardias. Mientras las inversiones
rápidas pueden pasar por alto riesgos críticos, la estrategia estadounidense
busca equilibrar eficiencia con evaluación exhaustiva.
Esta disputa por los minerales
estratégicos brasileños representa un capítulo fundamental en la competencia
geopolítica entre ambas potencias, con China claramente a la vanguardia por el
momento.
Está claro que Brasil viene
jugando de la mano de los BRICS y el Sur Global manteniendo aun así equidistancia
de la iniciativa de la ruta china. No se entrega a China, pero mantiene su autonomía
estratégica respecto a Estados Unidos. No obstante, quien tiene más que perder
en esta relación es Estados Unidos. Brasil tiene muchas ventajas y no las
regalará a China quien tampoco puede cantar victoria, pero, de momento, está en
una situación ligeramente mejor en su relación con Brasilia.
Los chinos compraron la mina de estaño y niobio de Taboca, a 300
kilómetros de Manaos - Fuente Mineração Taboca y Folha de S. Paulo
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