La dinámica del GNL entre 2023 y 2024
Europa y Asia seguirán pagando
elevados precios por GNL entre 2023 y 2024, aunque esta última podría tener
cierto alivio si logran revertir algunos flujos en Asia Central por parte de
Rusia para finales de 2023. Europa será la más afectada en este sentido y
tendrá que depender de las exportaciones americanas mucho más económicas y
hasta cierto punto seguras. El alivio seguirá estando en estas posibilidades de
GNL, pero también en el carbón en el caso de Europa Central mientras terminan
de reforzar su capacidad de regasificación. Si hay algún lugar en el que a la
industria le seguirá siendo más barato producir será EE.UU y Asia-Pacífico. No
obstante, sobre el terreno hay una variable a considerar que puede cambiar
estas previsiones y es una nueva crisis en el Golfo Pérsico por la entrada de
Irán en el club de las potencias nucleares (o evitar que así sea). Las
probabilidades de confrontación en este hub gasífero y petrolero no son altas
todavía, pero es una probabilidad si Israel u Occidente deciden poner coto a
las intenciones persas. El impacto principal se centraría en el cierre del
estrecho y afectación importante en las exportaciones qataríes.
Los precios del gas natural se
dispararon en 2022. La diferencia entre los precios mínimos y máximos el año
pasado fue de alrededor del 400% en Europa, 250% en Asia y 160% en EE. UU. Los
precios elevados y las grandes diferencias de precios entre regiones marcaron
una ruptura con el precedente histórico reciente. Pudo se peor si no hubiese
existido de respaldo los hidrocarburos y la política Covid Cero de Xi.
En los últimos 50 años, el
comercio de GNL (gas natural licuado) ha crecido un 11% anual en promedio.
Junto con la creciente liberalización de los mercados del gas (comprar en el
mercado al contado en lugar de firmar contratos a largo plazo vinculados al
precio del petróleo), esto ha impulsado la capacidad del GNL para actuar como
un "equilibrador" del mercado del gas. Si una región del mundo tiene
un exceso de demanda de gas natural, puede pagarle a otra región del mundo con
suministro suficiente para enviar algo. Luego de un derrumbe de los precios
entre 2020 y 2021 por la pandemia y las políticas ESG las nuevas inversiones en
capacidad de licuefacción cayeron a mínimos. Esto significó que los
exportadores de GNL no pudieron responder completamente al aumento de la
demanda que se produjo en 2021. La demanda de gas natural en Asia se disparó un
7% como resultado de una fuerte recuperación de la pandemia en sus primeras
olas y el clima extremo, mientras que las importaciones europeas de gas natural
no ruso se triplicaron debido a la reducción del suministro de Rusia. En 2022,
los mercados regionales de gas divergieron aún más, provocados por la invasión
rusa de Ucrania. El suministro ruso a Europa a través de oleoductos se secó
lentamente hasta un mínimo postsoviético. Las exportaciones de GNL de otros
países, como EE. UU. y Qatar, solo llenaron parte de este déficit, y las
exportaciones de EE. UU. se vieron limitadas por el cierre de la terminal de
Freeport LNG debido a una explosión en junio de 2022. Mientras tanto, la
capacidad de importación europea se vio limitada por falta de infraestructura
de regasificación.
¿Qué viene en 2023 y 2024?
De cara al futuro, panelistas
entrevistados por Focus Economics ven que esta divergencia en los precios del
gas natural persistirá en 2023 y 2024.
Es probable que el suministro
de gas ruso a Europa sea insignificante, lo que hará subir los precios del gas
en Europa. Además, aunque la capacidad de regasificación en Europa y Asia
aumentará este año, el impacto en los precios del gas se verá limitado por la
falta de capacidad de licuefacción entre los exportadores de GNL.
Las nuevas inversiones en
capacidad tardarán varios años en ponerse en marcha, y es probable que solo EE.
UU. aumente significativamente las exportaciones de GNL en el corto plazo hacia
el resto de las regiones.
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