Dinámica de los mercados emergentes

 


El consenso de economistas recopilado por la consultora Focus Economics ha determinado que las economías asiáticas registrarán, con mucho, el crecimiento más rápido entre los mercados emergentes este año. La demografía favorable, la relativa estabilidad institucional, las altas tasas de ahorro y la apertura al comercio mundial pueden ayudar a explicar el “excepcionalismo asiático”. Entre las economías de la región, se espera que Bangladesh, India y Vietnam sean las de mejor desempeño, mientras que China debería expandirse alrededor de un 5 % gracias a la eliminación de las restricciones por el Covid-19. De Asia, también depende el resto de las regiones emergentes.

Por ventajas comparativas que ayudan a sacar provecho de la transición energética y la cuarta revolución industrial, África y Oriente Medio aprovechan con fuerza la recuperación que se podría registrar en 2023.

Es probable que el África subsahariana (SSA) sea la segunda región del mundo con el crecimiento más acelerado. Y si se excluyen las economías aletargadas de Sudáfrica y Nigeria, el crecimiento sería superior al 4%, comparable a la tasa de Asia. La población de rápido crecimiento de SSA, la alta demanda de sus materias primas, muchos de los cuales son esenciales para la transición verde, y las mejoras graduales en la gobernanza respaldan las perspectivas. Sin embargo, la dependencia del sector primario deja al continente a merced de las fluctuaciones de los precios de las materias primas y los fenómenos meteorológicos extremos.

En el caso de Oriente Medio y África del Norte, el consenso de los economistas entrevistado, espera que registren un crecimiento de aproximadamente el 3 % este año, una desaceleración con respecto al año pasado debido a que la producción de petróleo de la región se estanca y los precios del petróleo retroceden. No obstante, aquí hay que tener cierto cuidado porque la volatilidad de los precios puede cambiar favorablemente este pronóstico (precios elevados). Igualmente, las reformas económicas destinadas a diversificarse más allá del petróleo apoyarán el crecimiento entre los exportadores de energía, con los Emiratos Árabes Unidos como líder indiscutible en el frente de la reforma. Las recientes mejoras en las relaciones intrarregionales también son un buen augurio, aunque el nuevo gobierno de derecha de Israel corre el riesgo de deshacer parte del acercamiento del país con los estados árabes.

En paralelo, Europa del Este será la región de mercados emergentes con peor desempeño, en gran parte debido a las contracciones esperadas en Rusia y Bielorrusia a medida que se endurecen las sanciones occidentales. Otras economías de Europa del Este sufrirán por los lazos comerciales dañados con Rusia, alta inflación y una política monetaria más estricta. Salvo negociaciones por mediación china, no se espera escenario distinto a este.

Perspectiva global

La resiliencia económica de los países africanos a corto y medio plazo viene acompañada de un cauto optimismo dada la considerable incertidumbre mundial. Los riesgos de impago de la deuda podrían aumentar en algunos países africanos, dada la ya alta acumulación y el cambio en la estructura de la deuda pública en la última década, las presiones financieras adicionales creadas por la apreciación del dólar estadounidense y las condiciones monetarias más estrictas a nivel mundial. La alta dependencia de las exportaciones de productos primarios con limitado valor agregado podría retrasar la transformación estructural que presenta la transición verde, aunque la región está incursa como fuente de materias primas para dicha transición sin ser muy partícipe de sus beneficios, como casi siempre. Además, los riesgos políticos podrían aumentar en 30 países africanos de acuerdo al mismo consenso incrementando a medio plazo el flujo emigrante hacia el norte.

La rápida mejora en la movilidad interna y los sólidos datos de actividad de enero a febrero sugieren que la recuperación posterior a la reapertura de China parece más fuerte que las expectativas de consensos anteriores de Focus Economics, gracias principalmente a la distribución anticipada del impulso de reapertura y el apoyo fiscal. Sin embargo, esto también deja menos impulso de reapertura para 2024 y aumenta ligeramente el riesgo de una normalización de políticas más temprana a finales de este año que la línea de base anterior. En conclusión mejora su previsión de crecimiento del PIB del primer trimestre de 2023.

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