Adaptarse o morir: las variables a tomar en cuenta en el actual cambio de ciclo energético
La nueva
generación de baterías
El obstáculo más grande a la expansión de las renovables se está superando. La alternancia de su flujo derivado de la variación del viento o la radiación solar necesita ser controlada con sistemas de almacenamiento y eso se está logrando con baterías construidas con sodio, aluminio y zinc. Estas nuevas baterías tendrán una capacidad para facilitar el establecimiento de mini-redes en zonas aisladas o fomentar el autoconsumo. Con dispositivos de medición y control a distancia e inteligencia artificial sin duda serán la clave para nuestra supervivencia en la era de post hidrocarburos.
El obstáculo más grande a la expansión de las renovables se está superando. La alternancia de su flujo derivado de la variación del viento o la radiación solar necesita ser controlada con sistemas de almacenamiento y eso se está logrando con baterías construidas con sodio, aluminio y zinc. Estas nuevas baterías tendrán una capacidad para facilitar el establecimiento de mini-redes en zonas aisladas o fomentar el autoconsumo. Con dispositivos de medición y control a distancia e inteligencia artificial sin duda serán la clave para nuestra supervivencia en la era de post hidrocarburos.
Ecosistema energético abierto e inteligente
Más allá de las smartgrids, el hecho mismo de que todos los dispositivos eléctricos puedan generar datos, facilitará que todo nuestro entorno no solo sea medible sino controlado a través bien de nuestros dispositivos electrónicos o robots que podrían ayudarnos a gestionar con precisión nuestros hábitos de consumo y uso de energía, así como nuestras emisiones.
Más allá de las smartgrids, el hecho mismo de que todos los dispositivos eléctricos puedan generar datos, facilitará que todo nuestro entorno no solo sea medible sino controlado a través bien de nuestros dispositivos electrónicos o robots que podrían ayudarnos a gestionar con precisión nuestros hábitos de consumo y uso de energía, así como nuestras emisiones.
Materiales 2D e impresión 3D
Desde que se descubrió del grafeno, los equipos de investigación que experimentan con este y otros materiales bidimensionales han descubierto las características electrónicas y los fenómenos que surgen en ellos cuando se combinan entre sí para formar compuestos de varias capas. Además del grafeno[1], el fosforeno, el diseleniuro de molibdeno o el disulfuro de tungsteno son algunos de estos materiales milagrosos que facilitan la electrónica de forma maleable. El desplome de los costes de producción hacen que este tipo de materiales en 2D están surgiendo en una amplia gama de aplicaciones, desde filtros de aire y agua a las nuevas generaciones de llevar encima y baterías.
No olvidemos la impresión 3D y su impacto ya presente en el diseño industrial, arquitectónico y urbano. En la ingeniería de materiales y la impresión 3D se está fraguando una industria sumamente innovadora. En el norte de Europa y EEUU comienzan a aparecer casas hermosas con movilidad, desarmables sin mayores traumas y trasladables a bajo coste obedeciendo al fortalecimiento del nomadismo humano que explica porque en Alemania por ejemplo la gente en edad activa laboral prefiere alquilar porque no sabe dónde trabajará hoy o mañana. La impresión 3D de sus partes está facilitando ya una tendencia que lleva más de 20 años.
Desde que se descubrió del grafeno, los equipos de investigación que experimentan con este y otros materiales bidimensionales han descubierto las características electrónicas y los fenómenos que surgen en ellos cuando se combinan entre sí para formar compuestos de varias capas. Además del grafeno[1], el fosforeno, el diseleniuro de molibdeno o el disulfuro de tungsteno son algunos de estos materiales milagrosos que facilitan la electrónica de forma maleable. El desplome de los costes de producción hacen que este tipo de materiales en 2D están surgiendo en una amplia gama de aplicaciones, desde filtros de aire y agua a las nuevas generaciones de llevar encima y baterías.
No olvidemos la impresión 3D y su impacto ya presente en el diseño industrial, arquitectónico y urbano. En la ingeniería de materiales y la impresión 3D se está fraguando una industria sumamente innovadora. En el norte de Europa y EEUU comienzan a aparecer casas hermosas con movilidad, desarmables sin mayores traumas y trasladables a bajo coste obedeciendo al fortalecimiento del nomadismo humano que explica porque en Alemania por ejemplo la gente en edad activa laboral prefiere alquilar porque no sabe dónde trabajará hoy o mañana. La impresión 3D de sus partes está facilitando ya una tendencia que lleva más de 20 años.
Blockchain
Blockchain
es la tecnología detrás de la moneda digital Bitcoin. Es abierto, cualquiera
puede acceder y nadie la controla o posee y mediante canales marcados por la
criptografía puede hacer transferencias de fondos de una cuenta a otra en forma
segura. Con esto los usuarios pueden cambiar dinero o comprar en forma segura
sin una cuenta bancaria incluso dentro de sus fronteras nacionales lo cual ya
está revolucionando las finanzas de más de 2.000 millones de personas en el
mundo. Se venden así sin necesidad de intermediarios bienes y raíces, boletos
de eventos, acciones y cualquier otro tipo de propiedad. Pueden imaginar el
impacto sobre los mercados a futuro o la financiación de proyectos de energía
de cualquier tipo complementado con crowdfunding.
Vehículos
autónomos
Los vehículos autónomos o que se auto-conducen no son del todo legales en muchos lugares del planeta pero el potencial para salvar vidas, limitar la polución, ampliar las eficiencias de las economías (luego de despedir a mucha gente que tendrá que dedicarse a otra cosa, desde luego), mejorar la vida de las personas de la tercera edad, es enorme. Dichos vehículos, la mayoría eléctricos o híbridos cambiarán los hábitos de consumo energético en todos los sentidos.
Robótica
Antes lo veíamos con simpatía, pero potenciado por la tecnología solar, de almacenamiento eficiente de energías y la inteligencia artificial, ya está cubriendo espacios cada vez notorio por decir lo menos. En realidad ya está aquí instalada cubriendo puestos de trabajo y procesando órdenes simples pero de manera eficaz mandando a un montón de gente a sus casas causando a su vez otros patrones energéticos sobre todo en las grandes áreas de manufactura.
Antes lo veíamos con simpatía, pero potenciado por la tecnología solar, de almacenamiento eficiente de energías y la inteligencia artificial, ya está cubriendo espacios cada vez notorio por decir lo menos. En realidad ya está aquí instalada cubriendo puestos de trabajo y procesando órdenes simples pero de manera eficaz mandando a un montón de gente a sus casas causando a su vez otros patrones energéticos sobre todo en las grandes áreas de manufactura.
Holotransportación y realidad aumentada
Ya usamos las videoconferencias pero siempre hemos soñado con la posibilidad de tele-transportarnos íntegros y estar presentes en cuestión de segundos en lugares lejanos. Dado que el simple hecho que desmaterializar a una persona en un punto y reconstruirla en otro es complejo, la solución ya presente en el cine de ciencia ficción es la “holotransportación”. Junto a la realidad aumentada ya presente en juegos virtuales o soluciones formativas, podría afectar un poco más los patrones de consumo energético ¿Para qué tomar un vuelo si podemos vernos en cuerpo entero? Ciertamente a través de holotransportación y realidad aumentada no se puede compartir una copa, una cena u operar quirúrgicamente y eso sigue siendo clave para el ser humano en la vida cotidiana y los negocios, pero viajar físicamente solo se hará cuando sea imprescindible. Para otras cosas están la holotransportación y la realidad aumentada.
Ya usamos las videoconferencias pero siempre hemos soñado con la posibilidad de tele-transportarnos íntegros y estar presentes en cuestión de segundos en lugares lejanos. Dado que el simple hecho que desmaterializar a una persona en un punto y reconstruirla en otro es complejo, la solución ya presente en el cine de ciencia ficción es la “holotransportación”. Junto a la realidad aumentada ya presente en juegos virtuales o soluciones formativas, podría afectar un poco más los patrones de consumo energético ¿Para qué tomar un vuelo si podemos vernos en cuerpo entero? Ciertamente a través de holotransportación y realidad aumentada no se puede compartir una copa, una cena u operar quirúrgicamente y eso sigue siendo clave para el ser humano en la vida cotidiana y los negocios, pero viajar físicamente solo se hará cuando sea imprescindible. Para otras cosas están la holotransportación y la realidad aumentada.
Inteligencia Artificial
La inteligencia artificial deriva de las ciencias de la computación y es la cualidad de una máquina que se comporta como un agente racional flexible que percibe su entorno y lleva a cabo acciones que maximizan sus posibilidades de éxito en algún objetivo o tarea. Cuando hablamos de inteligencia artificial lo hacemos cuando se logra que una máquina o dispositivo imite las funciones cognitivas que los humanos asociamos a nuestra mente.
La inteligencia artificial se basa en: a) La búsqueda del estado requerido en el conjunto de los estados producidos por las acciones posibles, b) Algoritmos genéticos o análogos al proceso de evolución de las cadenas de ADN, c) Redes neuronales artificiales también análogas al funcionamiento físico del cerebro animal u homínido, d) Razonamiento mediante lógica formal similar al pensamiento abstracto humano.
Es la base del futuro. Sí, lo sabemos, pensamos inmediatamente en la estela de Asimov o Terminator, pero allí está. En nuestras narices, no en el cine.
Ya con la Inteligencia Artificial se pueden lograr tipos primarios de percepciones y acciones que pueden ser producidas por sensores físicos y mecánicos instalados en dispositivos y máquinas, de hecho ya el MIT ha logrado captar los estados de ánimos humanos a través de señales inalámbricas, falta poco entonces para que las máquinas sepan cómo nos sentimos al entrar en un banco, un restaurant o el trabajo. Sobran los ejemplos en el área de control de sistemas, planificación automática, la habilidad de responder a diagnósticos y consultas de los consumidores, reconocimiento de escritura, reconocimiento del habla y sobre todo, muy importante, para la industria energética tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda: el reconocimiento de patrones.
Inteligencia social y emocional
Buena parte del planeta está conectado, todo el mundo está informado y a la vez desinformado, poco a poco nos vamos encerrando en nuestras burbujas empáticas, zonas de confort incomodas para lo social y el entendimiento, por lo cual, las posibilidades de conflictos a pequeña escala, en red, pero igualmente mortales crecen. Al no estar de acuerdo con lo que está fuera de nuestras burbujas desafiamos estructuras establecidas de poder político, económico y militar en la medida de nuestros recursos. Los estados y grandes corporaciones se están armando para controlarlo y es factible que lo logren, pero la política y las formas de negocios ya están cambiando. El fin del poder de anunciado por Naim y otros se quedará pequeño. Para poder gestionar la realidad sin hacernos daño, siempre hemos necesitado inteligencia social y emocional. Casi nunca la hemos usado, pero ahora hay más conciencia de su necesidad y será de hecho la habilidad que las empresas pedirán a sus empleados y los ciudadanos a sus líderes. Si quieres clientes, no basta con que te conectes por el ciberespacio y uses Big Data, tienes que llegar a sus corazones. Si quieres votos, no basta con una cara bonita y el marketing. Tienes que estrechar manos y contar muchas historias además de mostrar resultados positivos íntegros y limpios en tu gestión porque todos te estarán mirando y las lealtades están basadas en distintas escalas de valores, no solo en la nacional o partidista. Ya está ocurriendo y eso afectará igualmente a la industria energética. Desde sus formas de operar hasta su impacto en el entorno. No es un gran hermano. Son miles de millones de grandes hermanos.
Las ciudades como eje central
Si ya hay tecnología para cultivar en nuestras casas a través de robótica e inteligencia artificial, no hablemos ya de cultivos urbanos (un poco más tradicionales), si el mundo sigue abandonando los campos y es prácticamente urbano, si ya pueden producir su propia energía e incluso generar sus propios sistemas de protección ante amenazas simétricas pues ya no se atacan grandes extensiones de tierra sino en el corazón de las ciudades que los gobiernos no pueden defender con reactores o vehículos de combate sino con inteligencia policial, la situación es simple: el Estado Nacional Westfaliano está claramente en decadencia y las ciudades-estados pueden retornar en un futuro no muy lejano. Cierto que puede sonar exagerado, pero si algo hay líquido en este momento es la soberanía y sobre todo la identidad. Ya no analizaremos al mercado energético por países sino por conglomerados urbanos o ejes de consumo. Tenemos a la vista a mega-ciudades interconectadas sin importar la vinculación nacional junto a sus industrias conectadas que dicho sea de paso se están convirtiendo en sostenibles o seguras energéticamente sin necesidad de acabar dependiendo de una tribu nómada o de militares salvajes montados sobre un yacimiento de hidrocarburos. Ese es el futuro aunque lentamente se va volviendo presente.
Y entonces ¿Cuál es el impacto?
El modelo centralizado a gran escala desaparecerá, las corporaciones energéticas ya no se moverán estimando sus reservas de materia prima o producción y distribución eléctrica sino en su capacidad para manejar datos dentro de sus procesos industriales hasta el consumidor final. El cómo se pueda manejar ante un cliente más informado y sensible al entorno, menos apegado a modelos de reconocimiento vigentes desde hace siglo y medio (posesión de tangibles como vehículos o viviendas), y más atento a placeres colaborativos, rápidos y cortos determinará el futuro de los actores de la industria energética del futuro.
Resulta fácil entender las predicciones tradicionales de consumo y producción basándose en tendencias estadísticas. El fundamento que hace que esas predicciones tengan sentido ha cambiado. El consumidor ya no es el mismo y no piensa igual. Es un nativo digital, un individuo que está preparado con distintos tipos de apegos materiales a los que movieron a la industria energética. La misma industria ya está dando pasos en ese sentido.
¿Quiere decir que el modelo energético que conocemos desaparecerá en los próximos 20 años? No. Para nada, pero no será el mismo. Se consumirá menos gasolinas o combustibles automotores, se consumirá menos gas para generar electricidad, las centrales hidroeléctricas sufrirán (ya sufren), los efectos del cambio climático, y las renovables mutarán de grandes parques al formato micro y de autoconsumo. Es muy probable que las predicciones que seguimos leyendo se cumplan en lo esencial, pero con tendencias más pronunciadas.
No hemos hablado hasta ahora de otros descubrimientos en el campo de la física y la exploración espacial que nos hará pensar y modelar distinto y cuyos impactos están por verse, pero de momento, estamos ante un futuro promisorio (que ya es casi presente), distinto, veloz y hay que adaptarse o desaparecer.
[1] El grafeno,
por ejemplo, es más fuerte que el acero, más duro que el diamante, más ligero
que casi cualquier cosa, transparente, flexible, y un conductor eléctrico
ultrarrápido. También es impermeable a la mayoría de las sustancias, excepto el
vapor de agua, que fluye libremente a través de su malla molecular. A partir de
esto podemos imaginar todas las utilidades en el campo de la electrónica.
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