Venezuela y Petrocaribe: el debilitamiento de la petro-diplomacia caribeña

Venezuela tiene en este momento dos opciones para no comprometer su diplomacia petrolera: 1) Convencer al ministro saudita Ali Al-Naimi que se encuentra ahora en Margarita en una cumbre sobre el cambio climático de que pueda iniciarse una política de recortes a ser aprobada en la próxima cumbre de la OPEP el 27 de noviembre  y que se pueda implementar a partir de Diciembre de 2014 o 2) Esperar que las estimaciones de dicho ministro y buena parte de la banca global de que los precios del petróleo rebotarán en primavera  se hagan realidad y con ello se recupere el ritmo de ingresos necesarios para mantener estable la revolución o el gobierno de Maduro.

¿El fin del legado petro-caribeño o solo una pausa?
No lo tiene fácil porque desde el mismo momento en que caen los precios del petróleo y más en una situación como la que está Venezuela sin exportaciones no petroleras, con un endeudamiento creciente y pocas alternativas adicionales productivas, lo primero que entra en las prioridades es cumplir con la capacidad de pago de la deuda sacrificando mientras tanto a su economía doméstica, pero no por mucho tiempo y por último, cuando ya la situación sea insalvable, comenzar a reestructurar los mecanismos de Petrocaribe para cobrar deuda pendiente o en su defecto recibir soporte de sus socios en algunos aspectos como seguridad alimentaria o ayuda de otro tipo siendo endosada como pago de deuda.

Maduro evalúa esta posibilidad con Ramírez y Asdrúbal Chávez. La idea es cobrar el dinero que se le debe a Venezuela por el mecanismo de Petrocaribe una vez sean gastados los ingresos por la venta de Citgo que sigue su camino a pesar de que ha sido negado en varias ocasiones[1]. Se estima que en las ventas de la refinería se puedan capturar cerca de 10.000 millones de dólares pero el asunto es complicado porque adicionalmente PDVSA debe pagar por deudas y vencimiento de bonos la cantidad de 18.500 millones de dólares entre 2015 y 2017. Dicho de otra manera, si bien el país no entraría en default porque seguirá recibiendo dinero por exportación de petróleo, así venda lo que venda le hará falta más dinero para cubrir todos sus compromisos y seguirle dando energía a la revolución.

En ese sentido, se están evaluando muchas alternativas que van desde la suspensión de Petrocaribe hasta el cobro la deuda de manera gradual o vender la deuda, lo cual, sin duda echaría por la borda toda la geopolítica petrolera del Alba y Petrocaribe.

El gobierno se resiste a hacerlo pero de no proceder a reestructurar el proceso bajo el cual muchos países del Caribe y Centroamérica se benefician, la situación podría salirse de la mano en caso tal que los precios del petróleo desciendan de los 70 dólares el barril y se mantenga así durante al menos 6 meses de 2015. Si esa situación se presenta, cosa que muchos analistas en este momento dudan pues dan por sentado un repunte en primavera, Petrocaribe podría cambiar su formato en la medida que el gobierno necesite dinero para poder ganar las elecciones y mantener estable su revolución.

Al día de hoy Marea Socialista, disidentes del PSUV, han anunciado que las condiciones están dadas para un nuevo caracazo. Y ciertamente el descontento en las principales ciudades del país está a flor de piel. El ambiente doméstico exige precios más fuertes, sobre todo porque desde los colectivos, pasando por las fuerzas armadas y llegando a las bases del PSUV existe fuerte rechazo al gobierno de Maduro. La presión está en su propia casa.

    Otra opción que están evaluando es pedir más dinero a China, pero China podría negarse dado que hasta hace poco concedieron más créditos y no observan bien la situación en Venezuela. Ciertamente, Venezuela tiene tantas materias primas que aún queda para negociar con los chinos.

    En resumen para que Venezuela no afecte su diplomacia petrolera en el Caribe necesita durante finales de 2014 y principio de 2015: 

  1.  Que la OPEP reaccione, recorte la producción y el mercado responda positivamente al aumento de los precios ascendiendo por encima de los 80 dólares el barril y subiendo. 
  2.  Que las estimaciones para la primavera de 2015 sean ciertas y los precios del petróleo reboten a los niveles mencionados o más arriba. 
  3.  De no recuperarse los precios del petróleo reestructurar las formas de cobrar por parte de Venezuela las deudas que tienen los países del Caribe y Centroamérica en el marco de Petrocaribe sin afectar el funcionamiento del mismo. 
  4.  Vender Citgo y otros activos. 
  5.  Pedir dinero a China.

Si los precios no se recuperan durante 2015, Venezuela suspenderá momentáneamente Petrocaribe viéndose el gobierno bolivariano de repente sin soporte geopolítico de importancia en el marco de muchas decisiones claves en la región.

El dinero es finito. El mercado petrolero tiene sus reglas. Los responsables de la política petrolera y financiera de Venezuela no hicieron la debida anticipación. El modelo revolucionario socialista bolivariano, en tal sentido, salvo que vuelvan los precios de 120 dólares el barril y PDVSA recupere su propia producción, está acercándose a su quiebra financiera y política pero antes abandonará a su diplomacia petrolera en el Caribe dejando solo a Cuba como beneficiaria, mientras el gobierno chavista se mantenga en el poder.

Se suele decir en Venezuela cuando las cosas se ponen delicadas: "a ponerse las alpagatas que viene joropo". En realidad el ritmo debe ser más sosegado en el caso de Petrocaribe. Llevar el ritmo y el tempo estuvo ausente en los criterios de los planificadores petroleros. En ese sentido si deben aprender de los cubanos. No de Castro sino de Cachao. Ritmo y tempo. Planificación anticíclica. Clave para cualquier petro-diplomacia.

 




[1] Lazard, no ha terminado el proceso de venta y el plazo para una segunda ronda de ofertas sería más adelante este mes. Una primera ronda de ofertas atrajo el interés de firmas como Marathon Petroleum, Valero Energy, de la india Reliance Industries, PBF Energy y HollyFrontier, no obstante, no está claro quién participaría en la segunda ronda de ofertas. Adicionalmente, Lazard está como intermediario en otro proceso con la venta de una refinería en la Islas Vírgenes que está en proceso de venta. De hecho, PDVSA y Hess Corp alcanzaron ya un acuerdo tentativo para vender su refinería Hovensa a la firma Atlantic Basin Refining. Esta unidad con capacidad para procesar 350.000 barriles por día (bpd) y ubicada al sur de la isla de Saint Croix, ha estado inactiva desde el 2012.

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