Con lo que nos encontramos durante el año 2012 en los mercados energéticos

2012 fue un año difícil para la economía y política energética global, especialmente, por los grandes desafíos que se afrontan y el inicio, qué duda cabe, de una nueva etapa en la que se establecerán definitivamente las nuevas coordenadas de la dinámica comercial energética con su latitud puesta sobre el impulso de las renovables e innovación tecnológica energética y su longitud en la entrada masiva de hidrocarburos no convencionales.

Desde economías que comienzan una recuperación dudosa como EEUU, pasando por aquellas que tienen una pujanza sorprendente aunque frágil como Latinoamérica y África (ambas dependientes de economías que quieren parar el ritmo para evitar otra explosión de una burbuja, como China y el resto de Asia Pacífico), hasta las que no se han podido recuperar y tienen el riesgo de volver a caer como está pasando en la Eurozona, las materias primas energéticas siguen jugando estratégico de gran importancia y sus cotizaciones establecen parte del ritmo de crecimiento del futuro económico.

De acuerdo al FMI, durante 2012 el PIB global tuvo un crecimiento estimado de 3,3%, 0,5 puntos por debajo de 2011 y 1,8 puntos por debajo de 2010. Tanto la desaceleración en Asia, como la situación en la Eurozona han determinado y mucho en la desaceleración de la economía durante este año.

En la Eurozona, la situación general se deterioró y las economías emergentes de Asia, Europa, África y Oriente Medio acusaron una desaceleración. Éstas últimas regiones, aun conservando altos ritmos de crecimiento y expectativas favorables, diferentes indicadores señalan una desaceleración en 2012 que no terminará de recuperarse en el año próximo (Ceprede, 2012).

Latinoamérica, por su parte, logró mantener un ritmo económico elevado durante el año 2012. Tasas de crecimiento que ronda el 4%. De hecho, la región es una zona que está mostrando su capacidad para mantener ritmos a largo plazo del orden del 4% tras la crisis mundial de 2009 (Pulido, 2012).

A pesar de la desaceleración económica, en términos de cotizaciones de la energía, 2012 no ha sido un año negativo y, en términos de hidrocarburos, ha sido propulsor de nuevos proyectos. 

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Energy Information Administration, 2012

Durante el año 2012 las cotizaciones Brent se mantuvieron en el rango de 90US$/b-126US$/b, mientras que las cotizaciones WTI se mantuvieron en el rango de 77US$/b-109US$/b. 

Ambas cotizaciones no se igualan aún al boom del año 2008 pero superan las materializadas antes de la crisis de 2007. 

Desde mayo de 2011 se observa que el crudo Brent, de referencia para Europa, está superando al WTI de referencia para América, como el mayor referente del mercado petrolero global. Se espera que esta tendencia se consolide durante el año 2013. 

El Brent se ha transformado en la cobertura favorita de los inversores, incluyendo a compañías estadounidenses en la medida que su volumen de futuros ha aumentado considerablemente la liquidez. 

De hecho, Arabia Saudita y otros productores se han alejado del tipo estadounidense mientras que algunas refinerías, Fondos de cobertura y usuarios finales han migrado al referente europeo. 

Se estima que en promedio, el volumen durante 2012 para los futuros del Brent en el InterContinental Exchange - ICE (mercado ubicado en Atlanta que dinamiza el intercambio electrónico de materias primas energéticas) superó al WTI negociado en la Bolsa de Nueva York (NYMEX) por más de 30.000 lotes por día.  En términos concretos, la referencia europea llegó a superar los 600.000 y el WTI se aproximó a los 570.000 lotes. 

El mercado de opciones o donde se negocian derechos de compra o venta del crudo Brent es 25% del tamaño frente al WTI y el volumen de la referencia europea ha aumentado más del 300% durante el año 2012.

La Relación oferta-demanda de crudos pasó de deficitaria en el primer trimestre de 2012 a presentar un superávit de casi 400.000 barriles diarios en el transcurso del último trimestre del año, lo cual, sin duda, se ha sentido en las cotizaciones. La oferta se despegó en verano hasta casi llegar a 1,8 millones de barriles diarios de superávit  para luego ir cerrándose la brecha paulatinamente.

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de IEA, 2012

América y Asia Pacífico se disputan el liderazgo en demanda petrolera. Luego de un 2011 marcado por el liderazgo de las Américas, durante el primer trimestre de 2012, Asia-Pacífico toma el liderazgo para luego desinflar su ritmo durante el resto del año en gran parte, además del ritmo estacionario, por la desaceleración del consumo de materias primas en China que no ha llegado a su fin.

Europa por su parte mantiene su ritmo descendente, mientras que África, la antigua URSS y Oriente Medio se mantienen en rangos más estables.

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de IEA, 2012

Aunque la caída estacionaria en el primer trimestre de 2012 no resultó tan fuerte como en 2011, el ritmo de crecimiento en todo el año sigue siendo más bajo respecto a 2011.

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de IEA, 2012

China, India y Arabia Saudita tiene el mayor crecimiento de la demanda petrolera entre los países emergentes. No obstante, los tres están haciendo un esfuerzo por girar hacia las renovables, sobre todo en el caso Saudí y de otras monarquías conservadoras de Oriente Medio que están adoptando la fotovoltaica y plantas gigantes de concentración solar.

La oferta petrolera No OPEP continúa llevando la batuta en la producción global manteniendo un ritmo de crecimiento sostenido aunque no tan veloz como es de esperarse.

La producción petrolera de EEUU creció 720.000 barriles diarios en 2012 llegando a promediar 9,74 Mb/d, en gran parte impulsado por el impulso de hidrocarburos no convencionales en Texas y Dakota del Norte a través del desarrollo de 243 pozos y la ampliación de la infraestructura de transporte hasta los centros de refinación (incluyendo el uso de ferrocarriles).

La producción canadiense creció 240.000 barriles diarios en 2012 para promediar 3,80 Mb/d. Canadá no incrementaba interanualmente su producción petrolera de esa forma desde 1979 siendo uno de los más importantes en incremento entre los países productores No-OPEP. Este logro tiene su base en el incremento de la producción de arenas bituminosas.

La producción de México en cambio declinó su producción petrolera en 30.000 barriles diarios en 2012 para promediar 2,88 Mb/d.

Fuera del Hemisferio Occidental en Europa Occidental se sufrió un declive en la producción petrolera de 230.000 barriles diarios en 2012 para quedar en 3,82 Mb/d. Es la región que más decrecimiento ha sufrido dentro de los No-OPEP. La caída fue más fuerte en el tercer trimestre del año. Dentro de la región, Noruega sufrió un descenso de 100.000 barriles diarios para promediar 1,94 Mb/d. Ya en el tercer trimestre alcanzó el nivel de producción más bajo desde 1990 en gran parte para actividades de mantenimiento y caídas de producción contempladas en los yacimientos por declive natural. Por ejemplo, la producción de los campos Varhall, Hod y Gjoa sufrieron bajas importantes durante el principio del cuarto trimestre.

Por otro lado, la producción de Reino Unido declinó 140.000 barriles diarios para caer en el promedio de 980.000 barriles diarios de producción total. Es la primera vez que cae por debajo de 1 millón de barriles diarios desde 1977. Se espera que siga con esta tendencia, aunque puede crecer un poco durante el primer trimestre de 2013. De hecho, durante el tercer trimestre del año decreció a cerca de 830.000 barriles diarios, el nivel más bajo en términos trimestrales desde 1976.

En Asia-Pacifico, la producción total se ha mantenido relativamente estable en 2012 con un incremento de 20.000 barriles diarios. Australia y Nueva Zelanda son los que menos cambios han mostrado.

La producción de Latinoamérica se ha mantenido estable a pesar del incremento de la registrada en Colombia. Por otro lado, Venezuela, Ecuador, Argentina y Brasil son los países que han registrado disminución de producción que ronda en conjunto por lo menos 50.000 barriles diarios para llegar a 4,7 Mb/d.

La producción Argentina promedió 740.000 barriles diarios. En gran parte por fallas de inversión y acciones de huelga.

La producción de Brasil decreció 10.000 barriles diarios promediando 2,63 millones de barriles diarios. Un factor favorable a futuro para la búsqueda de la expansión de la producción a raíz de la caída de la producción de etanol.

En contraste la producción de Colombia creció 30.000 barriles diarios promediando 950.000 barriles diarios. Durante el mes de septiembre se alcanzó un nuevo record de producción. No obstante, el incremento de los riesgos en la seguridad de las operaciones puede hacer retroceder ésta expansión en las actividades aguas arriba. Durante los primeros tres trimestres de 2012 se registraron 123 ataques a la industria petrolera.

La producción petrolera no-OPEP tanto en África como Oriente Medio sufrió una caída. En el continente africano el descenso fue de 230.000 barriles diarios mientras que en el Oriente Medio (No-OPEP) fue de 160.000 barriles diarios.

En la Ex Unión Soviética, se registró un incremento de 70.000 barriles diarios para arribar a los 13,31 millones de barriles diarios con Rusia a la cabeza (10,35 millones de barriles diarios). A diferencia de Rusia, cuya producción creció, Kazakhstan y Azerbaijan han registrado caídas de 20.000 barriles diarios cada una.

La producción de China, por su parte creció 80.000 barriles diarios promediando 4,20 millones de barriles diarios durante 2012.

La Producción de crudos de la OPEP se encuentra bajo revisión y aunque la oficial indica que se encuentra en 31,17 millones de barriles diarios y su capacidad oficial de producción está en 35,05 millones de barriles diarios, la producción real está ubicada en 31,5 millones de barriles diarios y aún faltan datos concretos para evaluar con precisión cuál es la nueva cota para la capacidad de producción de crudos. Se estima que ha crecido entre 200.000 y 300.000 barriles diarios (con Irak y Libia incluidos).

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de IEA/OPEP, 2012

Dentro del total de la producción petrolera, los GLP se encuentran en 6,4 millones de barriles diarios.

El gas natural sigue su expansión en dos frentes (gasoductos en Euroasia y GNL en todo el mundo) generando desde ya serios cuestionamientos a la actual estructura de precios planteada a través de contratos que se rigen mediante indexación a los precios del petróleo o de acuerdo a cotizaciones regionales. 

El gas natural se comercializó en Estados Unidos a aproximadamente un quinto de los precios de importación de Europa y a un octavo de los de Japón.

Lentamente comienzan a estrecharse las relaciones de precios entre los mercados regionales de gas a medida que se flexibiliza el comercio de gas natural licuado y que evolucionen los términos contractuales, lo que implica que los cambios en una parte del mundo se han dejado sentir más rápidamente en otras partes (IEA, 2012).

Por otro lado, el carbón ha cubierto cerca de la mitad del incremento de la demanda mundial de energía durante la última década, creciendo incluso más rápidamente que el total de las energías renovables (IEA, 2012). 

El mismo hecho de que la demanda de carbón siga aumentando marcadamente o bien cambie de dirección dependerá de la solidez de las políticas que favorezcan el desarrollo de fuentes de energía bajas en emisiones, del despliegue de tecnologías más eficientes de combustión de carbón y, algo especialmente importante a largo plazo, la captura y almacenamiento de carbono (CAC).

Las decisiones con mayores consecuencias para el mercado mundial del carbón se están tomando en Beijing y Nueva Delhi, ya que China y la India representan prácticamente las tres cuartas partes del aumento previsto de la demanda de carbón fuera de la OCDE cuyo consumo, por ahora, sigue decreciendo (IEA, 2012).

Un factor importante que está impulsando el consumo tanto de gas como de carbón lo constituye la necesidad de construcción de termoeléctricas y plantas de ciclo combinados como respaldo de la expansión de las renovables. 

Esto ocurre con fuerza tanto en Europa como América, pero en la medida que las renovables se van expandiendo en el resto de las economías emergentes,  crece la construcción de plantas de respaldo. Es decir, plantas que cubran cualquier baja en la generación por variaciones de las condiciones naturales, especialmente en eólica y fotovoltaica.

Durante 2012, el gran desafío ha sido no solo mantener la generación y transporte eléctrico, sino también expandir la capacidad de ambas actividades en los mercados eléctricos. Las economías emergentes han sido el foco de atracción principal para atender la demanda creciente y todas las eléctricas europeas y americanas giran hacia dichas economías.

Como se sabe, la demanda mundial de electricidad aumenta casi dos veces más rápido que el consumo total de energía, y el desafío que supone responder a esa demanda se engrandece por la inversión necesaria para reemplazar la infraestructura obsoleta del sector eléctrico sin perder de vista las políticas de eficiencia energética.

Cerca de 1.300 millones de personas siguen careciendo de acceso a la electricidad y 2.600 millones no poseen acceso a instalaciones modernas para cocinar. Diez países (cuatro en vías de desarrollo en Asia y seis en el África Subsahariana), reúnen dos tercios de la población que no tiene electricidad, y solo tres países –India, China y Bangladesh– congregan a más de la mitad de aquellos sin instalaciones modernas para cocinar (IEA, 2012).

La pobreza energética ha tomado relevancia durante 2012 y se espera que se convierta en tema prioritario en la medida que siga creciendo la clase media en las economías emergentes.

Pero también durante el año 2012, con el desarrollo de los hidrocarburos no convencionales, hay una variable que comienza a competir con el de la pobreza energética y se habla en este caso de la “energía sedienta”, es decir, esa energía primaria que requiere de elevadas cantidades de agua.

La IEA estima que las necesidades de agua para la producción de energía están creciendo dos veces más rápido que la demanda de energía. 

El agua es cada vez más esencial para la producción de energía primaria y generación eléctrica. 

Durante 2011-2012 se usó en extracción, transporte y procesamiento de petróleo, gas y carbón; y, cada vez más, para el riego de los cereales empleados para producir biocombustibles. 

La IEA Calcula que el agua destinada a la producción de energía fue 600.000 millones de metros cúbicos en 2012. De éstos, el consumo de agua (cantidad extraída que no volvió a su fuente), fue de 66.000 millones de metros cúbicos. 

El aumento previsto del consumo de agua en un 85% durante el periodo que va hasta 2035 refleja una tendencia hacia una generación de electricidad y una expansión de la producción de los biocombustibles más intensivo en consumo de agua.

El agua cobra importancia como criterio de evaluación de la viabilidad de los proyectos de energía en la medida que el aumento de la población y del crecimiento económico intensifica la competición por los recursos hídricos (IEA, 2012). 

En algunas regiones del mundo las restricciones de agua ya afectan a la viabilidad de las operaciones existentes e impondrán cada vez más costes adicionales.
 
La vulnerabilidad del sector energético ante las restricciones de agua  afecta al desarrollo del gas de esquisto y a la generación de electricidad en partes de China y Estados Unidos, al funcionamiento de las centrales eléctricas de la India, que son de alto consumo de agua, a la producción de las arenas petrolíferas de Canadá y al mantenimiento de la presión en los yacimientos petrolíferos de Irak (IEA, 2012). 

En otras palabras, gestionar las vulnerabilidades del sector energético ante el agua requerirá el despliegue de mejor tecnología y mayor integración de las políticas en materia de energía y agua (IEA, 2012).

Precisamente, uno de las innovaciones en producción primaria energía que está necesitando mucha agua y cambiará radicalmente el panorama a mediano plazo del mercado de los hidrocarburos es el proceso del fracking, el cual se basa sobre la inyección dentro de pozos y perforaciones de miles de litros de una mezcla de 95% agua, 4.5% arena y 0.5% de aditivos químicos, a alta presión para desintegrar las capas de esquisto que atrapan los yacimientos creando suficientes canaletes y ranuras que permiten su acceso y extracción.

Es obvio que el impacto sobre la sostenibilidad del ecosistema dónde se opera es enorme y por ello se realizan estudios de viabilidad. En muchos países, especialmente europeos, ricos en formaciones de este tipo, han detenido varios proyectos que podrían mejorar sus indicadores de seguridad energética a la espera de una mejor integración sostenible de estas energías.

Durante 2012 el mercado de las renovables continuó con su ritmo de crecimiento pero con una ralentización en el crecimiento de las inversiones en renovables.

Datos de Bloomberg New Energy Finance indican que en el primer trimestre de 2012 fue de 23.300 millones de dólares, por debajo en 36% respecto al cuarto trimestre de 2011 y 14% por debajo del primer trimestre de 2011. De hecho el primer trimestre de 2012 fue el más débil en la financiación de la energía renovable desde el primer trimestre de 2009 en pleno segundo año de la crisis financiera.

Las inversiones por parte del capital de riesgo o privado en compañías renovables fueron mucho más resistentes y llegaron a 1.400 millones de dólares a escala global en el primer trimestre de 2012, por encima de 1.100 millones de dólares registrados en el cuarto trimestre de 2011 y 1.200 millones en el primer trimestre de 2011. Solar y Biocombustibles fueron los sectores líderes (REPN, 2012).

Las inversiones en mercados de valores fueron de solo 473 millones de dólares, descendiendo 46% respecto al cuarto trimestre de 2011 y 87% respecto al primer trimestre de 2011.

En el ámbito de la energía eólica, Asia ya ha superado a Europa y ya se está presentando como la primera región con mayor potencia eólica instalada alcanzando 174,6 GW.

A pesar de que Europa ocupa el segundo lugar en generación eólica, actualmente representa menos de la mitad de la capacidad instalada ya que desde 2009, cuando presentó su mayor pico de mercado, ha venido decreciendo constantemente en su cuota por debajo del 65.5% en 2006 hasta el 43.7% en 2010. 

Se espera que para el periodo 2013-2015, Europa aporte 60 GW adicionales incrementando la potencia eólica acumulada europea hasta los 146,1 GW.

Estados Unidos logró una recuperación en el sector eólico con instalaciones por más de 6800 MW, suministrando suficiente electricidad para por lo menos dos millones de hogares americanos. 

Canadá por su parte, vivió un año record en 2011 superando los 5000 MW pero el 2012 no ha sido tan próspero a la espera de nuevos datos. Según Canadian Wind Energy Association, Canadá y particularmente Ontario, se está convirtiendo en un destino muy competitivo para la inversión de energía eólica a nivel mundial. 

Mantener esa posición requerirá unos compromisos constantes con metas agresivas para el desarrollo de la energía eólica y un marco normativo estable.

Canadá continúa renovando sus recursos de generación de electricidad, la energía eólica jugará un papel relevante en la entrega de una electricidad confiable, económica y limpia.

Debido a la incertidumbre legislativa a nivel federal tanto en Estados Unidos como en Canadá, se estima que el mercado norteamericano presente altibajos durante los próximos dos años aunque para el 2014 es posible que dicho mercado recupere los niveles de 2009. 
 
Adicionalmente, en los próximos cinco años, se espera que la potencia instalada total en la región crezca más del doble hasta alcanzar los 94,2 GW acumulados.  Esto, sumado con un comportamiento óptimo de los mercados de la región permitiría conseguir una potencia acumulada cercana a los 19 GW, en comparación con los 2 GW alcanzados a finales de 2010.

América Latina ha tenido un buen año 2012 en eólica. Liderada por Brasil, registró un fuerte crecimiento de más de 1200 MW. Las instalaciones brasileras crecieron un 50% sumando 587 MW hasta alcanzar un total de más de 1500 MW. Adicionalmente, Brasil está volviendo a alcanzar el hito de 1 GW y cuenta con una cartera de más de 7000 MW que deberán completarse antes de finales de 2016. 

El sector eólico brasilero ha atraído importantes inversiones facilitadas por las políticas del Banco Nacional Brasileño para el Desarrollo Sostenible, pero un nuevo marco normativo con reglas claras es cada vez más necesario para mantener el fuerte ritmo de crecimiento en el futuro. 

Según cifras del Consejo Latinoamericano de Energía Eólica, Brasil es líder en energía eólica de la región con el 50% (582,6MW)  de la potencia total. Además de ser líder en inversión en este campo, es considerado como uno de los mercados más prometedores del mundo. Brasil también destaca en capacidad instalada acumulada con 1.509 MW entre 2008 y 2012.  

México, por su parte, ocupa el segundo puesto con 31% a escala regional, cuenta con enormes recursos en Oaxaca y Baja California y ha multiplicado por seis su capacidad desde 2008.  

Argentina representa el 7% y cuenta con regiones eólicas de gran importancia como la Patagonia que tiene mucho por explotar. 

Chile con 3%, es un mercado dinámico que cuenta con 172 MW de capacidad instalada y un con un número creciente de parques eólicos proyectados. 

Perú, Colombia, Costa Rica y Panamá se encuentran impulsando nuevos proyectos, Honduras, por su parte, abrió a finales de 2011 el parque Cerro de Hula con una capacidad de 102 megavatios. Ecuador cuenta con proyectos eólicos en la Loja y en República Dominicana se inauguraron en 2011 los primeros 14 aerogeneradores en el Parque Eólico Los Cocos. Uruguay ha ampliado su licitación para generar este tipo de energía y prevé llegar a 500 megavatios en 2015 y Venezuela ha comenzado a entrar en el sector con su desarrollo en la Península de Paraguaná, mientras que Paraguay se plantea crear unidades de viento en el Chaco.

La eólica es sin duda una tecnología de generación con un espacio de expansión impresionante.

El desarrollo de parques offshore y el incremento del tamaño de los generadores en conjunto con el desarrollo de nuevos diseños de palas y los materiales con los que están hechas harán posible bajar los costes y adaptar buena parte de los sistemas eólicos a la mayor parte del planeta.

Latinoamérica, Norteamérica y Asia se constituyen en regiones dónde la expansión cobrará mucha fuerza, aunque no se debe olvidar para nada el potencial africano a pesar de la debilidad de sus mercados. Marruecos se está convirtiendo en una potencia en renovables, especialmente en eólica, fotovoltaica y concentración solar.

Por último, su integración a nuevos paradigmas de gestión de consumo inteligente permitirá la incorporación no solo de grandes parques sino de micro-generadores que podrían ayudar, con la debida inversión y mantenimiento, en la superación de la pobreza energética en zonas aisladas pero con elevado potencial eólico.

Ya entrando en otras fuentes, las inversiones en solar llevaron la batuta en 2012 con un crecimiento de 52% respecto a 2011 (cifra estimada). Esto obedece en gran parte al boom de las instalaciones fotovoltaica doméstica (en techos de hogares), así como pequeñas plantas fotovoltaicas en China y Reino Unido.

El mercado fotovoltaico de Estados Unidos se desempeñó fuertemente logrando atraer 51.000 millones de US$ con un incremento de 57% respecto a 2011. Las inversiones en India en fotovoltaica creció cerca de 62% atrayendo 12.000 millones de dólares y en Brasil el ascenso fue de 8% llegando a 7.000 millones de dólares.

Los países pertenecientes al llamado “Cinturón Solar (Sunbelt)” ubicados entre las latitudes ± 35° respecto al ecuador, están llamados a desarrollar su potencial energético mediante la generación de energía fotovoltaica sacando provecho de sus niveles de radiación solar y, a menudo, altos precios en la tarifa eléctrica.

Esta zona, en la que vive alrededor del 75% de la población mundial y el 40% de la demanda mundial de electricidad, demandará dentro de 20 años el 80% de la electricidad.

A pesar de ello actualmente sólo produce el 9% de la capacidad fotovoltaica instalada a nivel mundial, lo que demuestra que tiene todo por hacer con respecto a su potencial energético.

Según la EPIA, se identifican tres escenarios posibles en los que el potencial del Cinturón Solar llegue a alcanzar entre los 60 y 250 GW antes del 2013 y entre 260 y 1.100 GW antes de 2030, lo que supondría entre un 27% y un 58% de la capacidad global instalada de la energía solar fotovoltaica que se prevé para este periodo.

Adicionalmente, para 2030 se espera un importante descenso en los costes de generación incentivados por los bajos costes en los precios de los sistemas fotovoltaicos, que para entonces se estima hayan disminuido en un 66%.

Finalmente, si los precios de los módulos y los instaladores siguen la curva de evolución de precios, el coste en 2020 será de entre 0,06 y 0,12 €/kWh y aún menor en 2030, entre 0,04 y 0,08 €/kWh.

Siguiendo esta tendencia, en 2020, la fotovoltaica estará en condiciones de competir con los costes de generación de las centrales eléctricas de carbón limpio, mientras que en 2030 la fotovoltaica será la energía más económica en comparación con las convencionales.

El futuro de la energía fotovoltaica es prometedor a nivel global ya que en los últimos años se ha convertido en una tecnología madura, versátil y que rápidamente se acerca a la paridad de red vinculada a sistemas de apoyo a los precios.

La incertidumbre que genera la seguridad energética en los países, hace que la energía fotovoltaica se convierta en una clara opción de generación y abastecimiento de energía de forma segura, confiable y competitiva.

En términos generales, durante 2012 las inversiones en renovables ascendieron a 240.000 millones de dólares mientras que las inversiones en plantas convencionales basadas en hidrocarburos llegaron en 302.000 millones de dólares (cifras estimadas).

Sin duda es el efecto del crecimiento pujante de un nuevo sector y también se debe tomar en cuenta que la crisis podría impactar su desarrollo en los próximos años, aunque se debe estar atento al respecto.

Hay, no obstante, un aire de cambios no solo en la capacidad de expansión de las renovables sino en la de los hidrocarburos con el surgimiento de los no convencionales. Ésto último causará, sin duda, cambios importantes en los próximos 5 años. Sacudidas que podrían bien derrumbar los precios de los hidrocarburos durante ese período, en caso de una sobreoferta notable a raíz de la expansión de la producción en Norteamérica y China, o bien revolucionar las estructuras oligopólicas de suministros entre empresas o países para así mantener las cotizaciones en niveles aceptables para los proyectos en expansión. La OPEP no podrá equilibrar los precios y requerirá del apoyo de Rusia y EEUU para poder mantener los precios.

En nuestra próxima entrada evaluaremos lo que se espera para el año 2013 en los mercados energéticos.

Bibliografía y Hemerografía

International Energy Agency (2012). World Energy Outlook 2012. http://www.worldenergyoutlook.org/publications/weo-2012/

Pulido, Antonio (2012). El camino hacia el reequilibrio: Dificultades ciertas y horizonte confuso en http://www.n-economia.com/presentaciones/presentaciones.asp

Renewable Energy Policy Network for the 21st Century (REPN) (2012). Renewables 2012 Global Status Report. http://www.map.ren21.net/GSR/GSR2012.pdf

 
United Nations Environment Programme (UNEP)/Frankfurt School/Bloomberg New Energy Finance (BNEF) (2012), Global Trends in Renewable Energy Investment 2012 (Frankfurt: 2012).

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